sábado, 17 de septiembre de 2011

Club de fans Acuerdate de Vivir" Ismael Serrano: Instrucciones para salvar el odio eternamente

Club de fans Acuerdate de Vivir" Ismael Serrano: Instrucciones para salvar el odio eternamente

Instrucciones para salvar el odio eternamente





La mayor parte de las canciones de amor están llenas de mentiras,pero no todas, yo trato de ser honesto,pero por lo general se suele decir lo que ella quiere escuchar,para seducirla o yo que se,claro que ella no siempre esta por la labor de creérselas,pero quien no a mentido alguna ves verdad,muchas despedidas están llenas de promesas vanas,yo estoy seguro que en alguna de ellas vosotros habéis mentido,que se yo, no pasa nada estamos entre amigos,quien no haya mentido,quien este libre de culpa que tire la primera piedra, si,porque las despedidas tienen un protocolo que hace necesario mentir para no sentirse culpable del fracaso que supone que el amorse acabe, sabéis que es lo peor del amor cuando se acaba?que se acaba, y aun así nosotros intentamos eludir la culpa,y mentimos, y seguimos mintiendo y somos capaces de ir mas allá,y decimos no te preocupes, si yo estaré bien, yo lo que quiero,lo que siempre eh querido es que tu seas feliz,y además el tío con el que te vas, es un tío de puta madre...y bueno, tu y yo sabemos que no es cierto...que no van a durar mas de dos meses,y mas con el carácter que tiene ella.y nos estaremos preguntando si la llevara a los mismos sitios a los que la llevabas tu, si se dirán las mismas mentiras,si se enojaran por lo mismo, y lo que es peor,si se conciliaran de la misma forma...y te quemaras los sesos preguntando que pasara y que ocurrirá,en fin... pero ella esta bien...si ella se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra,porque no se, quizás nos sintamos mejor aunque,aunque yo creo que no,yo creo que como todas las canciones de amor,esta también esta llena de mentiras: cuando decimos si ella se va,lo que queremos decir es que si se va,
que no sea muy lejos ni por mucho tiempo.

Es una historia que se escribe en los portales


Ismael Serrano, al no proyectar una imagen de crápula como hacen otros cantautores, gusta menos entre la gente joven. No sé, es la sensación que me da. La última vez que lo vi en concierto, tuve la impresión de ser la persona de menos edad del teatro. Flipy dijo una vez en El Hormiguero: “eres más pesado que Ismael Serrano de resaca”. Me hizo mucha gracia el comentario. Supongo que es porque repite un poco la temática de sus canciones y se preocupa por los grandes problemas de la humanidad. A veces, apetece decirle: “venga tío, olvídalo, vamos a tomar algo y a disfrutar un poco”. Con todo, me parece uno de los grandes. Las historias que cuenta en los conciertos son geniales (véase “Principio de incertidumbre”). Tiene, además, la cualidad que se necesita para destacar: es diferente.

“Quiero volar, lejos de aquí escapar. Dime, mi bien, quién me llorará si me dan alas y echo a volar” – Caperucita

“Tendrás largas tardes de aburrimiento, de ginebra y largos cigarrillos bajos en nicotina. Y mientras tu marido te jura que no te engaña, por su vida, soñarás conmigo huyendo de esa rutina” – Dónde estarás

“Amo tanto, tanto la vida, que de ti me enamoré, y de amarte tanto, tanto, puede que no te ame bien” – Amo tanto la vida

“Si yo fuera tu asesino, conmigo nunca tendría clemencia y me condenaría a muerte, que es condenarme a tu ausencia” – Amo tanto la vida

“Ana, te veo y me declaro culpable de desear tu presencia más que desear la paz” – Ana

“Y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme” – Últimamente

“De un tiempo a esta parte, a mi amor propio algo le falta, lo has dejado unos puntos por debajo del de Kafka” – Últimamente

“Últimamente planeo una huida para rehacer mi vida, probablemente en Marte” – Últimamente

“Pero creo que eres tú y estás casi igual, tan hermosa como entonces, quizás más. Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad” – Recuerdo

“Déjate de historias, súbete ahí y cántame una de Silvio” – Vine del norte

“Tú reías, y en tu risa yo me veía caer” – Vine del norte

“¿Cómo ha ido todo? ¿Me has echado de menos? ¿Sabes? Anoche apareciste en mis sueños, llevabas menos ropa” – Pequeña criatura

“Los peores antros a las peores horas están llenos de la mejor gente” – En directo

“Madrid deshabitado como mi colchón el verano en que me hice mayor, y ella que ya no llama” – Km. 0

“No hay luna de agosto, ni lluvia de abril, que no haya dormido antes en ti” – Eres

“Como la certeza de que no sueñas conmigo” – Cien días

“Quién no se ha enamorado al pie de una barra” – En directo

“Brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas” – Ahora

“Qué andarás haciendo ahora” – Qué andarás haciendo

“Fue terrible aquel año, no consigo olvidarme. Fue terrible aquel año en que tú, tú me dejaste, tú me dejaste” – Fue terrible aquel año

“Será que este contrato temporal no entiende de tardes de cine ni de amaneceres” – Será

“Sucede que a veces la vida mata y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa, o te abre un expediente de regulación, y te expulsa del Edén, hacia tierras extrañas” – Sucede que a veces

“Llevo, como tú, tu nombre grapado en el pecho” – Reina del súper

“Allí, donde quiero volver, tantas cosas se quedaron” – Allí

“Allí recuerdo, las ventanas eran más pequeñas. Ahora son grandes, enormes, y apenas miro por ellas” – Allí

“Ya nada es lo que era, nuevos paisajes, nuevas fronteras, delimitando mis gestos, mis costumbres ” – Ya nada es lo que era

“Y volver a los sitios en que me has abandonado y ser asesinado allí donde te amé” – Ya nada es lo que era

“Ya sólo me queda la vacía pena del viajero que regresa. Estoy tan perdido, soy el asesino de tantas primaveras” – Ya nada es lo que era

“Que partía en dos mi alma al sonreír tras el cristal” – Sesión continua

“Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas” – Si se callase el ruido

“Supe que todo había terminado cuando te vi mover la cucharilla despacio, como si aquella tarde se parara el latido de la sangre en lo oscuro de aquella gris cafetería” – Para médicos y amantes

“Yo te llevé a tu casa. Nos rozamos las caras sabiendo que ya nada justificaría nuevas llamadas, que nuestro corazón perdió esa tarde interés para médicos y amantes” – Para médicos y amantes

“Has de pensar, cada nueva mañana, que un tipo a menudo piensa en ti y sonríe aunque quizás no sean sus días más felices” – Te vas

“Apresúrate despacio, que estos días no te esperan, que este eterno presente no les mostrará clemencia” – Oxímoron

“Bueno, pues, nada, si tienes frío y tiempo me llamas” – Mensaje en el contestador

“La distancia y el amor tienen esa costumbre de mezclar el placer con las ganas de sufrir” – No reconozco

Tener miedo





Estar vivo es estar asustado.

La amígdala vibra

como la campana de un tren

que se despide de la ciudad

asaltada por el mar y las mentiras,

como la molécula de agua

mecida violentamente

por el calor de la llama.

El té está listo

y en la encimera de la cocina

el libro que nunca terminamos de leer.


A veces una canción,

un recuerdo al pie de una montaña

o del viaje que aún no hicimos,

como el ala de una mariposa

que acaricia mi mejilla,

me trae besos de lorazepam

para mi alma y mi consuelo,

y el televisor es una caracola

con el sonido de las playas

en que saltamos las olas,

Imbassaí como el cuento del pirata

abandonado por los turistas,

solos tú y yo,

y el tibio tacto de la arena,

la alfombra interminable

que conduce al futuro

o a la siesta compartida.


Estar vivo, supongo, es tener miedo,

y sostenerle la mirada

a esas dudas que nos achican los pulmones

a esa nada parecida

a la sensación del escalón olvidado,

la pendiente abrupta en el asfalto

viajando en el coche hacia una nube.


Saberse vivo aún temiendo

que el mañana sea un precipicio

o una casa con la puerta entreabierta,

vacía y silenciosa, guerra fría,

sabiendo que un día al despertar

Madrid se callará y tú, perdida;

saberse vivo aún sabiendo

que al borde de la vida está el olvido,

será la obligación de los valientes,

que saben que está todo por hacer,

que olvidados y asustados aún tenemos

la costumbre de pelear contra la sombras

que esperan escondidas en armarios,

que gritan su ronquera en los periódicos

que tiemblan en mi pecho como hadas

encerradas en un tarro como insectos.


Tenemos miedo pues amamos

con la voluntad voraz del que se sabe

perdido sin la paz de tus abrazos,

sin la analgesia dulce de la espera

que antecede a tu llegada de algún viaje,

promesa segura de saberse

a salvo de los miedos y el reproche.